sábado, septiembre 29, 2007

Ismael Serrano dixit

Si se callase el ruido

O si el silencio irrumpiese
Con un mudo estruendo

oirías la lluvia caer

Lágrimas resbalando
entre las grietas de la acera

limpiando la ciudad de espectros,

de monstruosos e imponentes
dinosaurios

te oiría hablar en sueños

por fin quizás
escuchando algo de verdad

y abriría las ventanas.

Y los pájaros volarían
Al fin libres

Si se callase el ruido

Y cesase por fin esta
Cruel melodía

quizá podríamos hablar

mirar, palpar, reir,
gozar, besar

y soplar sobre las heridas,

desterrando dolor, injusticia,
soledad y tristeza

quizás entenderías

mis palabras imperfectas
mis vacíos insalvables

que nos queda la esperanza.

la mera posibilidad
el camino que andar.



Ismael Serrano - Si se callase el ruido

viernes, septiembre 28, 2007

Sucede que a veces

Sucede que a veces la vida se torna metáfora y los sueños invaden la habitación. Sucede que Dalí vuelve a la vida y delante de ti aparecen leones voladores y relojes deshaciéndose. Sucede que a veces la verdad no es tan verdad y la ficción no supera a la realidad. Sucede que….







Introducción:

¿Nunca has sentido que la realidad sucede ante ti como una obra de teatro? Eso sentía él en ese preciso instante. Bueno eso, un infinito dolor de cabeza y un inmenso mareo. Todos y cada uno de los chupitos de anoche se agolpaban ahora en un indeterminado punto de su cabeza. En la cama de al lado el otro bebedor no se encontraba mucho mejor, aunque él parecía poder levantarse. Tardó casi quince minutos en levantarse y de inmediato sintió el frío del que le protegían las 3 mantas que tenía encima. Se vistió como pudo y se lanzó al sillón en un intento de callar las marchitas voces de las neuronas que agonizaban en su cerebro. Pasaron diez minutos. Sólo dos palabras: Nescafé descafeinado. Definitivamente no era una buena mañana.

Nudo:

Pero eso no era todo. Tras media hora y después de haber engullido ese ¿café? ya se empezaba a sentir casi un ser humano cuando llamaron al timbre. El pitido resonó en su cabeza y su compañero de resaca le informó de la situación. Por increíble que pudiese parecer era su novia y parecía que habían quedado para dejarlo. “Bueno, no importa, bajamos y cada uno por su lado, ya conseguiré arrastrarnos a mi y a mi amiga la resaca de vuelta a casa”. Pero no podía ser tan fácil, esa mañana no. Fue a ponerse su chaqueta, pero esta no estaba y en su lugar reposaba una remotamente parecida, probablemente del chofer de anoche. Su mente decidió que había tenido suficiente y que no merecía tal disparate así que marchó a descansar. Lo que sucedió mientras esperaba al chofer para el intercambio chaquetil fue tan sumamente surrealista que poco se puede decir. Sencillamente su amigo procedió a cortar con su novia en la casa de sus padres en una habitación dónde estaban ellos dos, el semi-muerto, un perro y eventualmente su madre.

Desenlace:

Finalmente se subió al coche del chofer con cara de tonto; aunque ya no sabía si por la situación que acababa de vivir o por la masiva pérdida de inteligencia que provoca el consumo de hectolitros de alcohol. Le dejó en la estación esta vez sí con la chaqueta correcta y se despidieron. Todo había acabado y parecía que la realidad volvía a ganar terreno. Pero sólo parecía; tras una parada, un ¿músico? callejero subió al vagón y empezó a tocar el acordeón a treinta centímetros de su cara. Parecía que tampoco iba a ser una buena tarde.

domingo, septiembre 23, 2007

Benedetti

Porque la única batalla perdida es la que no se lucha; porque siempre hay que intentarlo; en definitiva, por el salto hacia el vacío, este texto de Benedetti:


No te quedes inmóvil al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desganano te salves ahora
ni nunca.
No te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer lo párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo.
Pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el jubilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

jueves, septiembre 20, 2007

Tras mucho tiempo incluso los dinosaurios cambian

Siempre había temido al dinosaurio, majestuoso, imparable, definitivo. Pero una mañana el despertador no lo despertó y cuando miró el dinosaurio había marchado. Sólo entonces se dio cuenta de la enormidad de la cueva; lentamente, sólo lentamente, comenzó a añorar… Quizás no fuese el dinosaurio lo que le atormentaba, quizás…